Señor Rector Magnífico Antonio Largo Cabrerizo, Señor Secretario General de la Consejería de Educación de Castilla y León Juan Casado Canales, Señor Decano José María Fidel Fernández Gómez, Dr. Carlos Vaquero Puerta, Dr. Francisco Javier Álvarez Guisasola, les agradezco su presencia en esta ceremonia, en este día de celebración para todos los que formamos parte de esta Facultad, y por último y no por ello menos importante, para los nuestros nuevos Alumnos Internos Numerarios, que toman posesión de su plaza en este acto.
Tras haber cumplido el pasado año nuestro 120 aniversario, la Academia sigue con su objetivo de cumplimentar la formación de los estudiantes de la Facultad de Medicina de Valladolid.
Continuamos con la realización diaria de las guardias en los Servicios de Urgencias Hospitalaria de los Hospitales Universitarios Río Hortega y Clínico de Valladolid, junto con las interinidades en los múltiples Servicios de ambos hospitales. Los alumnos de último año seguirán disfrutando de las guardias en Unidades Medicalizadas de Emergencias. No solo en el ámbito clínico, sino que también en el campo de la investigación se fomenta el desarrollo de nuestros alumnos, sobre todo para aquellos de los primeros cursos, lo cual es esencial para la motivación de los que acaban de empezar e ir demostrando la importancia de ir de la nada al todo.
Fomentamos la divulgación de conocimientos adquiridos ya sean por trabajos de investigación o casos clínicos en nuestras guardias, con la Revista Clínica de la Academia, con la que contamos con un nuevo formato totalmente digital al alcance de todos los interesados, además de una nueva aportación con la Medicina Gráfica que ha tenido una muy buena acogida inicial. La colaboración con las otras Academias de Granada y Salamanca, participando activamente en el Congreso de Estudiantes de Investigación Biosanitaria que este año cumplirá su quinta edición, y todas las que están por venir, donde Valladolid siempre da algo muy bueno de lo que hablar, su gran participación y exposición de trabajos o proyectos, cada vez más innovadores.
Continuamos de igual manera con el Proyecto Uva Saludable que comenzamos el año pasado, proyecto llamado “Mi corazón en tus manos”, donde hemos impartido múltiples talleres durante el curso pasado de Reanimación Cardiopulmonar Básica a los diferentes Colegios Mayores de la ciudad, con muñecos y una práctica esencial, que ha tenido un grandísimo apoyo por parte de toda la facultad y por parte de todos los alumnos internos, que conseguimos que un nuevo proyecto saliese de una forma tan satisfactoria.
Pero esto no es solo lo que estamos haciendo este año, porque como decimos mis compañeros y yo, este año tiene que ser increíble. De manera que estamos creando talleres de formación totalmente nuevos dirigidos a todos los cursos de la facultad, nuevos proyectos de investigación clínica con los Servicios Hospitalarios, que la teníamos olvidada y es esencial en nuestro trabajo diario, comunicación con ambos hospitales para que participemos el alumnado en la formación más avanzada, feria de especialidades junto con el Colegio de Médicos, participación en la V edición de las Jornadas de actualización en medicina de urgencias y emergencias de la semFYC, e incluso nos estamos aventurando a que jornadas como las últimas mencionadas, puedan celebrarse en nuestra facultad para los alumnos realizadas por los alumnos. El año pasado finalmente nuestra candidatura a la XII edición del Congreso de Educación Médica con sede en Valladolid no pudo ser por la escasa diferencia de tan solo dos votos, pero no por ello nos quedamos parados, sino que es una motivación más para realizar un nuevo proyecto, porque queremos que Valladolid se conozca por el resto de alumnos de medicina de España, y enseñar nuestra ciudad que estoy más que segura que sería un auténtico éxito.
Por último he querido dejar la última novedad de la academia, de la cual estamos profundamente orgullosos de haber emprendido este nuevo proyecto. Porque como comencé estas palabras la academia es centenaria y siempre ha funcionado perfectamente. Pero como todo, se necesitan cambios, y creemos que no solo tenemos que participar de esta gran oportunidad para la formación práctica los estudiantes de medicina, sino que también son totalmente necesarios los alumnos de Logopedia y Nutrición en nuestra academia. De manera que a partir del curso 2019-2020, Logopedia y Nutrición participarán de una manera activa en algunos de los servicios hospitalarios de ambos hospitales como alumnos internos de la facultad.
Por todo ello, quiero agradecer a todas las personas que nos están ayudando a seguir con la continuidad de nuestra academia, de hacer innovaciones, cambios y más desarrollo en nuestra formación. Muchísimas gracias a los que hacen que todo esto sea posible, con mucho trabajo sí, pero con mucha ilusión. Y no me quiero olvidar de mis compañeros de Junta Directiva, muchísimas gracias por todo el trabajo que estáis realizando, está siendo perfecto, y no dudo que todos las ideas disparatadas que pueden salir de una tarde de café o de un grupo de Whatsapp, acaben siendo finalmente un proyecto en mayúsculas.
Y después de toda esta parafernalia me gustaría llegar a lo más importante del discurso. Si me permiten dirigirme a mis nuevos compañeros. Chicos, ENHORABUENA. Pero no solo por estar aquí hoy como alumnos internos numerarios, sino enhorabuena por atreveros a ser DIFERENTES, sin miedo al qué dirán. Por atreveros a pasar dos o tres semanas por amor propio a dedicaros a un examen que no da créditos, no da matrículas de honor ni nada material. Enhorabuena por saliros de lo común y decidir por vuestro futuro. Porque sí, para mí y estoy segura que para muchos de mis compañeros y antiguos veteranos, el entrar en la academia fue la mejor decisión de la carrera.
Estamos aquí, tras una criba que considero inhumana, un segundo de bachillerato, selectividad, PAU, EBAU y otras mil siglas que cada año nos cambian, pruebas de acceso que son cada vez más difíciles de pasar. Una criba que nos hace olvidar muchas veces lo que somos, simplemente personas jóvenes con muchísima ilusión de comenzar algo nuevo.
Todo ello nos obsesiona a un objetivo y se nos olvida que lo más importante es mantener esa vocación que nos hizo meternos en este lío. En este camino que parece sin salida. Pero mirad compañeros, yo simplemente soy una chica de sexto de medicina más, sin expedientes brillantes y siendo como habéis visto en muchas ocasiones un pequeño desastre que no sabe ni mandar un correo electrónico en condiciones. Pero sí puedo decir que he pasado por dónde todos vosotros estáis, desde una chica de 18 años muerta de miedo, miedo de no encajar, de no valer para esto. Pero ahora me pregunto, todo ese miedo, ¿para qué? Si lo más importante lo tengo en mí.
Ha estado siempre ahí: vocación, ganas, esfuerzo y gente a mí alrededor que pasa por lo mismo. Por fin tenéis personas que os pueden comprender, saber por dónde pasáis, saber el porqué de todos vuestros miedos. Por fin tenéis personas, como las homenajeadas en el día de hoy, de las cuales aprender de toda una experiencia de años y años en una vida profesional que es por la que estáis luchando. Y todo esto no está en tratados de Medicina y Cirugía, el Harrison o el Farreras. Simplemente está en casa uno de vosotros.
Que no se os olvide quienes somos, PERSONAS QUE TRATAMOS CON PERSONAS. De qué sirve saberse infinitas indicaciones si no sabemos decir buenos días. De qué sirve saberse enfermedades raras y decir ciclopentanoperhidrofenantreno sin trabarse, si no sabemos dar la mano al paciente o a nuestro compañero.
NO COMPETIMOS, CONVIVIMOS.
Y como una sabia persona del siglo XX me dijo una vez, mi abuela. Cuanto bien me hubiese hecho mi médico si me hubiese dicho simplemente buenos días, que bien la veo hoy.
Tenemos este gran privilegio que no lo tiene todo el mundo, de tratar con personas. De personas que por la causa que sea están pidiendo ayuda y son vulnerables, y muchas no nos damos cuenta de que todo se soluciona con un poco de eso que llaman empatía. Y eso, no se enseña en libros, no se enseña en la facultad, sino que se aprende en el día a día de la práctica clínica, sin olvidar claramente los conceptos teóricos, pero que muchas veces no es lo único. En resumen, que antes que médicos somos personas. Y para ello menos obsesionarse con enseñar medicina. Compañeros, menos obsesionarse con estudiar medicina. Disfrutad de cada día de esta carrera, que aunque no lo parezca es muy corta. Disfrutad de cada persona que os dé un minuto de formación, que os dé un minuto de su tiempo laboral en enseñaros, disfrutad de cada segundo con vuestros amigos, de cada segundo con el paciente, miradle, aprended de él, de vuestro compañero, en definitiva exprimid cada segundo, porque se pasa y todo es fundamental para llegar a ser lo que queríamos cuando decidimos aquel fatídico día emprender la criba de acceso y entrar en esta maravillosa carrera. Porque para tratar con personas, lo que tenemos que hacer es enseñarnos los unos a los otros a ser mejores personas. Muchísimo ánimo con todo lo que está por venir. Muchísimas gracias.
Ana Lamoca Abad
Presidenta de Alumnos Internos
